13 diciembre, 2006

Deinonychus


Deinonychus. También llamado garra terrible.

En eso me dan ganas de transformarme algunas veces cuando veo como la cooperación social y la justicia fallan delante tuyo.

Hoy fui al supermercado en compañía de mi amigo Lucas, y mientras yo iba a buscar unas cosas para la ensalada el se dirigió hacia la manada de personas que se peleaban por coger una barra de pan, de esas que dicen "recién hechas" y que tanto éxito tienen.

Después de coger un par de cosas, y elegir una botella de vino (en este caso Tiriñuelo joven), me dirigí hacia la cola del supermercado mientras Lucas luchaba por las baguettes que empezaban a salir calentitas del horno. Desde la cola pude ver como aquello se asemejaba más a la apertura de puertas de las rebajas del corte inglés, que a gente comprando pan.

Lo mejor de todo vino cuando noté que alguien pasaba por mi izquierda a mi lado y hacia una maniobra de adelantamiento sucia y vil.

Sí amigos, se me estaba colando un señor.

El sujeto (no se merece otro calificativo), debía de rondar los cincuenta años y llevaba unas setas en la mano. Impunemente se me había colado y con todo el morro avanzaba hacia la cajera.

Yo que no soy hombre de tangana, simplemente hice un comentario en voz alta a mi compañero Lucas, que para entonces ya había podido acceder al pan y llegar hasta la cola. Le comenté en voz alta la gran cantidad de personas que se CUELAN en el supermercado al que vamos habitualmente.

Lo mejor de todo fue que cuando fui a cambiar el vino por un rioja, pues mi amigo no es muy de vinos de rufete, al volver me encuentro conque la estudiante que teníamos detrás nuestro se le ha colado de nuevo. Esto hizo que sacara mi garra terrible dentro del abrigo, y cuál Deinonychus pensara en tragarmela a voces. Pero logré pacificarme y sólo le comente a Lucas algo acerca de como mola colarse en el supermercado.

La estudiante ni siquiera se inmutó, cogió sus barras de pan y se largó del sitio. La compadezco pues la pobrecilla no recibió educación suficiente de sus padres y va haciendo el ridículo por todos lados.

Una pena.


Así que este mensaje es para todos aquellos que os coláis en la cola del supermercado. Mucha gente os odia y cualquier día os daré un discurso tan gordo acerca de la educación en la cola del supermercado y os haré pasar tanto ridículo delante del resto de consumidores supermercadistas que tendréis que pedir la compra por internet porque ya no tendréis ganas de volver a un supermercado normal.

Avisados quedáis.




Carlos "Deinonychus" Oleaga

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