05 diciembre, 2006

Descubriendo un mundo nuevo

Es verdad, que al llegar a casa, después de tanto tiempo fuera, podemos percibir un mundo conocido de otra manera, como un mundo nuevo, lleno de sorpresas y secretos, de luces y oscuridades inmensas.

Distan ya dos años, de el día de la pérdida, aquel fatal día en que mi ordenador se borró y con el se perdieron en el espacio exterior, recuerdos y poemas, imágenes y sentimientos.

Por ello, depués de un breve lapsus, volví a escribir. Este fue uno de los primeros poemas que salió de aquella fatalidad en la que se perdieron tantos y tantos poemas.

Senderos

Amanecer de horizontes oscuros
Sagradas biblias, rotas por sociedades
Deshacer en entuertos fieros
Librando batallas contra el viento.

Y perder siempre la forma, en el contenido
Falsedad, feliz para tantos corderos
Bienestar, tan importante para el sendero
A seguir, oscuro devenir y ardiente deseo.

Caos y nada entre las calles
Rabia acumulada, por brutalidades racionales
Aletargarse en realidades, que son reflejos
Fatales para nadie, lenta y sumisa droga.

Vulgaridad aceptada, violada
Como garantía de triunfo, de condena.
Corazones quebrados, esculpidos en el hielo
Irreflexivos sentimientos, sin fé...


...Y sin sonrisas acústicas.


Carlos Oleaga.

1 comentario:

Victor Balcells Matas dijo...

Apreciado compañero, te leo y veo en ti a un poeta duro y oscuro, como el mejor Lautréamont. ¡Seguiré lo que escribes de cerca!
Ya he puesto un link en mi espacio para que otros internautas puedan acceder a tu blog. Un saludo y hasta pronto!