Ni una sola mirada se dirigía al horizonte
Ellos tenían los ojos apuntando al sur
Veían el futuro con ojos electrónicos.
En tu mano, un recuerdo, en tu pelo, una canción
Grande es el corazón que encuentra razón.
Todos ellos, en mundos que arden
En naves que no encuentran puerto
Ni uno solo quiso ser naúfrago en tierra
Se echaron al horizonte, para buscar.
En tu mano, una esfera, en tu pelo, una intención
Los sentidos sufren, con las olas de la razón.
Todos ellos, en mundos que gritan
En naves que se hunden, en la oscuridad.
Ni uno solo ocultó sus lágrimas al partir
Surcaron los mares de los esféricos.
En tu mano, un catalejo, en tu pelo, orientación
Las brújulas marcan todas, un punto revelador.
Y la niebla aparecío en las velas, negras
Las esferas aullaban y pedían verdades
Ocultas en los arrecifes, en los arenales
la sangre en el timón, sonríe sincera.
Carlos Oleaga
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