Exacto.
Me estoy quitando, que diría la canción de Roberto Iniesta. Muchos son los alicientes que he tenido para dejar de fumar. Y muchas son las convicciones que he ido acumulando para darle un fatal golpe al señor de nicotina y a la señora de alquitrán. Y no digamos nada de sus más de cien viciosos y adictivos hermanos en las sombras, que me atraían a los estancos, como un caramelo a un niño.
Sólo que los caramelos están más ricos, y perjudican menos.
Ya tocaba después de diez años echando humo como el Queen Mary, poner un punto y aparte.
Así que ahora ya solo queda poner carretera y tiempo de por medio entre el tabaco y yo. Tanto mi cerebro, mi cuerpo y mi garganta, han pensado que es lo mejor para mí. Yo pienso exactamente lo mismo.
Así que ya os iré informando de como evoluciona la cosa.
P.d. Otra cosa, que últimamente, es tan mala como el tabaco: El cine español, parece que no quedan ideas nuevas. Parece que todos jugamos a ser familias chungas, putas, yonkis, okupas y adolescentes con problemas: "Señores, la imaginación la ha palmado".
Carlos Oleaga
1 comentario:
Suerte con tu proceso de abandono del humo! Respecto a lo del cine español: lo suscribo. También se puede decir lo mismo de los escritores "relevantes" del panorama literario de este país: pura decadencia. Los buenos creadores se mantienen en segunda fila, incomprensiblemente, pero en fin. Estoy de acuerdo contigo en que el segundo cuadrimestre debemos aprovecharlo para llevar a cabo algunos proyectos. Un saludo, nos vemos pronto!
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