Aunque me encanta criticar siempre todos los sistemas, creo que el nuevo sistema de calendario aplicado en mi Facultad, es decir, la Facultad de Ciencias Sociales, es bastante acertado.
Por una lado, siempre tenemos todas las vacaciones para estudiar, a pesar de que no sean más que uno o dos los que verdaderamente se sienten en la silla a estudiar.
El cambio más significativo para mí, y el cual considero muy acertado, es el no tener clases después de las fiestas navideñas. Uno llega de las fiestas y directamente se pone a estudiar. Me parece que el cambio de concepto es muy importante, ya que se vuelve de navidades concentrado en el estudio y no en las clases que duraban antes dos ridículas semanas.
Por lo tanto, heme aquí en el descanso de la comida, presto a coger la chamarra y salir corriendo rumbo a la biblioteca, a estas horas generalmente tranquila; y alejada de todas las tonterías que suelo tener en el cuarto.
Empieza el período de exámenes y no queda otra que leer, reflexionar y tratar de entender, el anticuado, arcaico e ineficaz sistema de evaluación español, que salvo raras y agradables excepciones impera en la mayoría de universidades españolas.
Hora de volver a los libros. Recordemos por último una sabia frase que dice aquello de:
"El que estudia, aprueba".
Por una lado, siempre tenemos todas las vacaciones para estudiar, a pesar de que no sean más que uno o dos los que verdaderamente se sienten en la silla a estudiar.
El cambio más significativo para mí, y el cual considero muy acertado, es el no tener clases después de las fiestas navideñas. Uno llega de las fiestas y directamente se pone a estudiar. Me parece que el cambio de concepto es muy importante, ya que se vuelve de navidades concentrado en el estudio y no en las clases que duraban antes dos ridículas semanas.
Por lo tanto, heme aquí en el descanso de la comida, presto a coger la chamarra y salir corriendo rumbo a la biblioteca, a estas horas generalmente tranquila; y alejada de todas las tonterías que suelo tener en el cuarto.
Empieza el período de exámenes y no queda otra que leer, reflexionar y tratar de entender, el anticuado, arcaico e ineficaz sistema de evaluación español, que salvo raras y agradables excepciones impera en la mayoría de universidades españolas.
Hora de volver a los libros. Recordemos por último una sabia frase que dice aquello de:
"El que estudia, aprueba".
Carlos Oleaga
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