02 abril, 2007

El Perdigón

Hola a todos de nuevo después de un pequeño parón en el que he aprovechado para recorrer otras tierras de España alejadas de la tierra del tormes donde vivo normalmente. Esta vez, gracias a los comentarios de otras personas, a través del tradicional boca a boca, decidimos ir (mi padre y yo) a un restaurante del zamorano pueblo de El Perdigón, famoso por tener unas cuantas bodegas bajo tierra donde se han instalado numerosos restaurantes de carne a la brasa.

De los diferentes restaurantes que encontramos en el pueblo decidimos ir al final a Bodega Casa Eduardo, no se si guiados por la apariencia rústica de la bodega o porque era la que más cerca quedaba del coche. Otras bodegas que vimos fueron Pámpano o Bodega Antigua.

Vamos a lo importante, la bodega contaba con unos cuarenta escalones que conducían a unos 15 metros bajo tierra, por lo que la humedad es una constante en el restaurante. La decoración típica de la zona, principalmente cerámicas, colgaba de los techos abovedados del lugar.

En cuanto al comer, nos decidimos al final por unas chuletillas de cordero, una ración de costilla y una ensalada mixta, acompañado de los dos fieles compañeros del hombre, el pan y una jarruca de vino del lugar. Sobre la carne decir que el cordero no estaba nada mal, las chuletillas fueron bien servidas y con un buen sabor.

Lo malo fue que con la costilla, la situación fue totalmente distinta. A pesar de estar buena, se notaba que el costillar estaba poco hecho, ya que cuando la costilla está bien preparada la carne debe de salir limpia del hueso o la caña. Cuando está poco hecha la carne se queda pegada al hueso. Eso fue lo que nos pasó, la costilla estaba poco hecha.

En general no estuvo mal lo que nos sirvieron, sobre todo teniendo en cuenta que nos salió el almuerzo por 19 € en conjunto, 9,5€ por persona, un precio razonable dentro de la calidad que se nos ofreció. Mi nota final para este restaurante es de: 6.1 rocas - Bodega Casa Eduardo

Comida: 6
Bebida: 6.5
Pan: 5
Precio: 8
Decoración: 5



Después de comer en tan zamorano lugar nos dirijimos hacia las Arribes del Duero, hacia Pereña de la Ribera en concreto donde este pasado fin de semana se ha llevado a cabo una concentración de Boulder (Escalada de bloques) que reunió a gente de diversos luegares de la geografía española. Pero todo esto para el siguiente post.

Un gastronómico saludo,

Carlos Oleaga

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