29 abril, 2007

La mirada oculta

De todos los engaños que puede llegar a tejer el hombre, o mejor, el ser humano (para que no se me enfade nadie), el que considera más astuto y mejor estudiado es el de la mirada. La "mirada oculta" sería esa capacidad que tenemos todos para mirar, observar, comprender, evaluar y generalmente ocultar (aunque sea sólo una pequeña parte). Todos ocultamos algo con nuestra mirada. Cada vez me doy más cuenta de que últimamente la gente se mira cada vez menos a los ojos. Lo que ven, lo que observan, queda para ellos.

Lo que se oculta, en cierto modo, es como un seguro de protección, por si las cosas salen mal. Si con una persona las cosas acaban mal, siempre podrás refugiarte en esa parte oculta a la que nadie más tiene acceso (o quizá sólo los elegidos para situarse en un escalón más cercano a la esencia de la persona) y utilizarla de escudo, excusa y refugio.

Imaginemos un poco frases del estilo:


"Tu no me conoces, no tienes ni idea de que clase de persona soy"
"Mis amigos si que me conocen, ellos si que saben como soy"

y las más fina del grupo (talking in silver):

"Como te atreves a decirme eso, si no tienes ni puta idea de como soy"

Muchas veces las miradas hablan, otras veces hablan, pero transmiten otros mensajes silenciosos. Son muchas las situaciones en las que nuestra boca habla con un lenguaje oral, y nuestros ojos con un lenguaje visual totalmente distinto.

También otras veces el lenguaje visual puede ser sumamente engañoso, mientras que la boca habla verdades, los ojos engañan y mienten, con repetición, a modo de ametralladora. ¿Qué encierra la gente en esa mirada oculta? Creo que esa "mirada oculta" es la que encierra gran parte de la belleza del ser humano. Está bien conocer a la gente, pero poco a poco. Cuando sabemos todo de una persona, pierde ese "algo" especial que tenía. El halo de misterio se desvanece y nos encontramos con la fría y cruda realidad. Y la realidad nos es fácil de asumir, requiere observación, paciencia y sentido común.

Personalmente, a mí, me gustaría saber que encierra la gente en su mirada, pero me da demasiado miedo llegar a saberlo, que me conformo con ilusionarme y soñar que algún día veré la luz. Es el sentimiento de lucha hacia la luz, hacia las ideas lo que nos impulsa con velocidad, no el fin en si mismo, sino la idea de movimiento hacía esa meta.

Esperemos que en los años venideros la gente se mire de nuevo a la cara y crezcan las miradas directas, ocultas, indirectas y del tipo que sean. El tema de la mirada es tan amplio que se escribiría sin parar hasta el infinito.

Hoy me quedo con un artículo corto y regalamos por el mismo precio de lectura un pequeño esbozo de poema.

OCULTA MIRADA

Y desde aquí, las miradas se ven de otra forma
Deformadas por el paso del tiempo, ocultas
Lejos del alcance de vuestra mano.

Mirar de sentir, no volver a rozar
Cúpulas de niebla y sueño, olvidadas
Ocultas miradas, que hablan.

Ya no sentir, ver y ocultar

Mirar y no ver, contemplación.

Conocer, volver a engañar

Mirada, oculta, belleza, realidad.

Un saludo,

Carlos Oleaga

No hay comentarios: