Con preocupación y entretenimiento acabo de leer la siguiente noticia en la que una compañía, llamada Bioscrypt, ha desarrollado un aparato que te lee la cara, tras hacerle un escaneo y después de la identificación podría darte acceso a datos, apertura de puertas, etc. Si es que ya no saben que inventar, seguro que ahora viene uno que te lee debajo del brazo, en la sobaquera, para poder decir con exactitus si esa persona eres tu o no. Además supongo que una vez echa la ley, echa la trampa.
Si el dispositivo de lectura facial saliera a la venta y se empezara a standarizar habría muchísimos apandadores que se dedicarían a desarrollar copias exactas de nuestras caras para acceder a datos y burlar los accesos a sitios restringidos.
Bioscrypt acaba de pedir el reconocimiento de ser la primera empresa en crear una cámara de reocnocimiento facial 3D para usarlo de forma combinada con sistemas de seguridad. Según nos cuentan en su página web, en menos de un segundo podemos acceder a la identificación de un rostro, a través de un escáner 3D de superficie, que trabaja en tiempo real, posibilitando tanto la verificación como la identificación del individuo que se acerque al ingenio.
El aparato funciona de igual forma tanto en condiciones de máxima luz como en completa oscuridad. Funciona igualmente, en cualquier angulo, siempre y cuando la persona se encuentre dentro de un radio de acción entre un metro o un metro y medio de distancia. El reconicimiento de la cara se realiza de forma rápida y fácil. Además también se puede combinar con otros sistemas, como el marcado de pin o la introduccción de una tarjeta identificativa, para realizar una doble o triple identificación de un usuario.
El sistema se propone en un principio para reforzar la seguridad en edificios como grandes empresas, bancos, hospitales, aeropuertos... También para tener a buen recaudo datos comerciales o códigos privados en un ordenador al que sólo se podría acceder una vez se lleve a cabo la verificación.
Por lo tanto, queda decir que todos lo nuevos ingenios de la ciencia ficción cada vez están más cerca de nosotros y no tardaremos en verlos como algo normal en nuestras vidas, sino al tiempo.
Como ejemplo tomo la visita de trabajo que realizé en Londres al rascacielos Citypoint, en la City londinense, donde nada más entrar le tomaban a uno la huella dáctilar a través de un lector digital y además te hacían una foto con una cámara web, que después se imprimía en una tarjeta identificativa que había que llevar en la pechera.
Un cibernético saludo,
Carlos Oleaga
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