El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice,
Aristóteles(384 AC-322 AC) Filósofo griego
Aristóteles(384 AC-322 AC) Filósofo griego
Hablando un poco del presente hoy, he estado a punto de explotar burning alive después de enterarme del resultado de unos premios de los que ya os hablaré más adelante, porque aún es pronto para actuar.
Por lo demás las semanas pasan a gran velocidad y casi estamos llegando a final de curso, un año más, en este mi retorno a la vida académica, que tanta ilusión me está reportando.
Los proyectos personales continúan viento en popa y a toda vela. Ultimamente gusto de escribir por la noche como hace años, es un momento, la noche, en el que uno encuentra tranquilidad, poco ruido y altas dosis de concentración. La novela "Conociendo el mar" va lenta, ya que el final está aún macerandose lentamente como si se tratara de una hidromiel exquisita. Cuando escribimos un final no se puede hacer de cualquier forma, hay que pensarlo muy bien.
Por lo demás la vida sigue, con programa de radio incluido, entre pinchos y mostos, poca fiesta o quizá la justa, muchos libros, trabajos que empiezan a ver la luz del sol... Alegrías por la gente que rodea nuestro espacio vital, y tristeza por aquellos que en la ausencia dejaron de compartir los pensamientos y sentimientos que proyectamos dentro de nuestro círculo cotidiano.
Ya empieza a llegar el buen tiempo, aunque siga el último aliento del invierno con nosotros y eso es una de las mejores noticias, la llegada de la luz con la primavera y la explosión de colores que esta conlleva.
Hoy dejo para vosotros, lectores de Llamando a las rocas, uno de los poemas de los nuevos trabajos que estoy llevando a cabo dentro del mundo de la poesía, aún en su versión 1.0.
Un saludo,
Los proyectos personales continúan viento en popa y a toda vela. Ultimamente gusto de escribir por la noche como hace años, es un momento, la noche, en el que uno encuentra tranquilidad, poco ruido y altas dosis de concentración. La novela "Conociendo el mar" va lenta, ya que el final está aún macerandose lentamente como si se tratara de una hidromiel exquisita. Cuando escribimos un final no se puede hacer de cualquier forma, hay que pensarlo muy bien.
Por lo demás la vida sigue, con programa de radio incluido, entre pinchos y mostos, poca fiesta o quizá la justa, muchos libros, trabajos que empiezan a ver la luz del sol... Alegrías por la gente que rodea nuestro espacio vital, y tristeza por aquellos que en la ausencia dejaron de compartir los pensamientos y sentimientos que proyectamos dentro de nuestro círculo cotidiano.
Ya empieza a llegar el buen tiempo, aunque siga el último aliento del invierno con nosotros y eso es una de las mejores noticias, la llegada de la luz con la primavera y la explosión de colores que esta conlleva.
Hoy dejo para vosotros, lectores de Llamando a las rocas, uno de los poemas de los nuevos trabajos que estoy llevando a cabo dentro del mundo de la poesía, aún en su versión 1.0.
Seré para no ser nada
Seré para no ser nada
Venderé mi barca para hacerme a la mar
Me quitaré la ropa para seguir vestido
Desnudaré mi alma con cada recuerdo olvidado
Renunciaré a mi cerebro y trataré de pensar
Me invitaré a beber hasta llegar sobrio a casa
Cambiaré mi vida por tres disfraces de colores
Terminaré bien muerto para seguir viviendo
Pensaré que te fuiste para tenerte cerca
Inventaré mundos en los que nada exista.
Me mezclaré con la nada para llegar a ser todo.
Un saludo,
Carlos Oleaga
3 comentarios:
Bonito poema chico, bonito poema.
buen poema , me gusto ...
Gracias por los cumplidos, en verdad me da más fuerza para seguir mejorando.
Creo que aun podrían hacerse mejores poemas con práctica. Ufff, debo seguir escribiendo.
Al turrrrroooooooon!!!
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