Nada de cambio, vergüenza ajena fue lo que sentí al ver el programa de Teresa Viejo "Cambio Radical" en la cadena de Antena3 hace unos días.
El programa Cambio radical, basado en un exitoso programa americano (de donde sino) llamado Extreme Makeover, propone a diversos concursantes un cambio radical pasando por la cirugía estética, el maquillaje, peluquería, etc...
Lo que podíamos entender como algo bueno, ya que en realidad están ayudando a alguien que quiere cambiar su apariencia física, al final se ve sobrepasado por todo lo casposo y vomitivo del programa.
Vergüenza nos debería dar a todos tener en nuestro país programas de ese tipo que lo único que buscan es subir la audiencia y el share de Antena3 y con ello el aunmento de su porción en la tarta de publicidad. Asco repugnante me da el que jueguen con las vidas de los demás, porque si nos damos cuenta, a ese programa no llevan a hacerse la cirugía a un licenciado en filología clásica ni a un ingeniero aeronáutico sino a gente de bajo nivel intelectual a la que puedan engañar fácilmente.
Es un sensacionalismo tan atroz el que depura este programucho que me costó verlo entero para poder tener buena referencia de lo que se trataba. Nauseabundo el momento en el que la agraciada con la cirugía, al igual que si fuera una estrella cinematográfica, aparece envuelta en una niebla, con un vestido de gala y a ritmo de la sugerente música de billon-se y toda su familia llora porque su feo familiar ha dejado de serlo. Os juro que con el follón que montan cuando sale la des-agraciada (depende de como se mire) a uno le dan también ganas de aplaudir y soltar la lágrima fácil, pero al ver poca televisión (sólo a modo de estudio, análisis o en retransmisiones deportivas) me siento inmunizado contra este tipo de sensacionalismo mediocre.
En estos momentos creo que hay algo claro y es que con el bajo nivel intelectual y cultural que hay en este país donde todos los tontos tienen premio, el programa de Teresa Vieja seguramente será un éxito de audiencia, porque últimamente la gente se acostumbra a la carnaza y al sensacionalismo de igual modo.
Las cadenas dicen que es la audiencia la que demanda ese tipo de contenidos. Yo más bien creo que las cadenas emiten programas sensacionalistas de bajo calado intelectual para atrapar a una audiencia que por sí sola piensa bastante poco. Me pregunto yo donde andará ahora aquel pacto para emitir contenidos de calidad. Supongo que dando a la audiencia contenidos de dudosa calidad es más fácil mantenerlos embobados sin que piensen por sí mismos.
La televisión empieza a cambiar con la llegada de la TDT y aun no hemos visto cambios a mejor, quizá el mejor ejemplo lo tenemos en RTVE que empieza a dar síntomas de una pequeña transformación y de mejora de los contenidos de televisión. Por lo menos podemos afirmar que el telediario de la 1 es un poco más decente que sus hermanos basura de Tele 5 y sobre todo de Antena 3.
Hasta que llegue el 2010, un digital-terrestre saludo,
Carlos Oleaga
3 comentarios:
Claro que si, coincido contigo compañero.
Buen blog, siga asi y escriba más críticas.
Kurt.
Seguire con la crítica, sin duda.
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