07 mayo, 2007

Segundo Microrrelato

Aqui tenéis el segundo Microrrelato titulado "Los colores universales". Quizá sea el que menos me gusta a mi personalmente, pero la gente que ya los ha leído le encuentran algo "especial". Dejemos que seais vosotros, los lectores de Llamando a las rocas, los que opinéis ahora sobre este pequeño relato.


LOS COLORES UNIVERSALES

Le pintaron de color azul marino. Se fue retocando de tonos secos y terrosos. Adquirió sin quererlo el matiz del rojo más violento y unos abrasadores sentimientos humanos.

Surcando los verdes y los añiles, recordó la tierra de sus comienzos, allá donde el acantilado separa la enorme montaña del enorme océano.

Recordaba los blancos más puros y los negros más intensos, también los grises más apagados. Recordaba, a través de los pocos colores que distinguía, tristeza y melancolía.

Le pintaron con experta brocha, pero sus sentimientos se diluyeron en agua como acuarelas. El lienzo mostraba realidades que, ofuscadas, ocultaban su verdad y negaban una visión de policroma felicidad.

Un día le tiñeron de muchos colores. Empezó a cambiar su forma; también su tamaño. Adquirió tenebrosos matices que le igualaron al color azabache del universo.

Después fue lanzado a través de un túnel de luces anaranjadas a gran velocidad. Allí soñó por primera vez un universo lleno de colores. En su rostro se esbozó una colorida sonrisa y dos blancas lágrimas corrieron por sus pálidas mejillas.

Para acompañar el relato os dejo un tema musical del grupo Paradise Lost.


Un saludo universal,

Carlos Oleaga

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