LOS COLORES UNIVERSALES
Le pintaron de color azul marino. Se fue retocando de tonos secos y terrosos. Adquirió sin quererlo el matiz del rojo más violento y unos abrasadores sentimientos humanos.
Surcando los verdes y los añiles, recordó la tierra de sus comienzos, allá donde el acantilado separa la enorme montaña del enorme océano.
Recordaba los blancos más puros y los negros más intensos, también los grises más apagados. Recordaba, a través de los pocos colores que distinguía, tristeza y melancolía.
Le pintaron con experta brocha, pero sus sentimientos se diluyeron en agua como acuarelas. El lienzo mostraba realidades que, ofuscadas, ocultaban su verdad y negaban una visión de policroma felicidad.
Un día le tiñeron de muchos colores. Empezó a cambiar su forma; también su tamaño. Adquirió tenebrosos matices que le igualaron al color azabache del universo.
Después fue lanzado a través de un túnel de luces anaranjadas a gran velocidad. Allí soñó por primera vez un universo lleno de colores. En su rostro se esbozó una colorida sonrisa y dos blancas lágrimas corrieron por sus pálidas mejillas.
Para acompañar el relato os dejo un tema musical del grupo Paradise Lost.
Un saludo universal,
Carlos Oleaga
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