10 mayo, 2007

De Universo y otros cuerpos

Ayer, tuvo lugar una gran tertulia. En una terraza, a la sombra y con una buena jarra de cerveza en la mano volaron las ideas e hipótesis sobre el universo, el futuro y la evolución tecnológica del hombre.

Una vez más llegamos a la conclusión de que somos insignificantes insectos dentro de un vasto océano de estrellas llamado universo. Somos como dijo aquel: polvo de estrellas.

Pero quizá lo más interesante de todo esto es nuestra capacidad para pensar, para poder hablar todo ello desde nuestra condición de humanos sometidos a la tiranía de un cuerpo imperfecto y un cerebro que se equivoca cada dos por tres.

En la tarde de ayer hablamos sobre la expansión del universo y sobre el momento en el que este comience a retraerse. Si actualmente está en expansión debido a la energía que se liberó en el momento que los científicos llaman "Big bang", ¿Cuando se agotará esa energía que lo induce a expandirse? También hablamos del universo como una forma de equilibrio, es decir, el universo se expande porque está en equilibrio, si no existiera ese movimiento no habría equilibrio, reinaría el caos.

También comentamos la condición de la materia y la formación de esta. Según nuestras suposiciones, a partir de la condición de materia, es posible la exisitencia de otros universos distintos del nuestro. ¿Qué hay más allá de nuestro universo, la nada, el caos?

Creo que el tema que más me llamó la atención ayer de todos los que tratamos fue el del futuro de la humanidad, ¿Qué será de nosotros cuando el sol comience a hincharse y la tierra se transforme en un gigante sahara? Por una lado se comentó la posibilidad de que dentro de 150.000 años el ser humano se haya desprendido ya de forma y cuerpo y sobreviva en forma de energía pura, lo cual no es tan descabellado viendo el ritmo de evolución tecnológica al que hemos llegado. El ser humano pasaría a ser el ente humano, una forma de existencia incorpórea que funcione con impulsos de energía. Si lo pensamos bien sería un adelanto quizá impensable para el hombre actual pero debemos tener en cuenta que sin cuerpo se superan todas las barreras de tiempo y espacio. Siempre que dispongamos de energía podremos seguir existiendo.

La otra vertiente, la que yo impulsé defiende la extinción del hombre y su continuidad por la raza robot que continuará nuestra evolución. Las maquinas llegaran a un estado avanzado de existencia en el que las emociones, los sentimientos y los placeres humanos también sean propios de los entes robóticos. Y los robots tienen muchas ventajas para continuar nuestra evolución, una de ellas es que no están sometidos a la tiranía de un cuerpo que se cansa, se lastima, se marchita y desaparece. No pienso que el ser humano se vaya a extingui, sino que cuando el ser humano desaparezca, el robot, que será el nuevo humano, continuará nuestra evolución en todos los ámbitos de la sociedad. Debemos tener en cuenta que la vida en la tierra lleva siendo cíclica desde hace millones de años. Desde el principio han aparecido especies animales que han vivido y gobernado la tierra durante millones de años y luego han desaparecido. Creo que el ser humano también desaparecerá un día, pero tendrá continuidad, porque todo nuestro saber será transmitido a otra forma de vida. Y esta lo transmitirá a su vez a una futura forma de vida.

Todo esto ocurrirá siempre y cuando no nos volvamos energía o suceda algún otro acontecimiento extraordinario, está claro que el futuro es impredecible y oscuro y por ahora, el ser humano, sólo puede soñar con hacer suposiciones sobre su futuro.

Entre la energía, los robots, el universo y el futuro de la vida discurrió nuestra tarde de ayer en una de las mejores conversaciones del 2007.

Un futurista saludo,

Carlos Oleaga

4 comentarios:

Anónimo dijo...

es la dualidad mente-cuerpo lo que nos hace humanos...MAS

Carlos Oleaga dijo...

Seguro que nos hace humanos?

Y si la mente funcionara de maner a independiente del cuerpo, ¿què seríamos, humanos o algo distinto?

Guillermo da Costa dijo...

Redes, eso es lo que somos: complejidad, autoorganización (inconsciente) y relación. Ahora bien, si se celebrase un simposio acerca del espinoso asunto de hacía dónde vamos, y en dicho simposio estuviesen todos los grandes científicos, pensadores, sociólogos, utopistas, etc., que en el mundo han sido y son, no creo que se llegase a una conclusión consensuada.

La última palabra la tendría el Diablo...

http://www.difusiona.dyndns.org/blogredes/elinks/

Guillermo da Costa dijo...
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